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Vanessa

Como dijo Aristóteles "el todo es mayor que la suma de sus partes"

Si me conoces en persona, o conocías mi anterior proyecto El Taller de aiam, o me sigues en redes, o.... te habrás dado cuenta que mi mirada hacia la infancia siempre ha tenido un enfoque holístico y esto es debido a que siento un respeto tan profundo por sus necesidades y procesos de maduración y desarrollo, que me es incoherente mirar cada aspecto de su vida de manera individual. Para mi es importante comprender al ser humano como un conjunto de particularidades (cuerpo, mente, emociones, espiritualidad) y poder reconocer la interconexión entre todos esos factores puesto que, mirando el conjunto se pueden entender mucho mejor las diferentes conductas que si separamos cada síntoma de manera individual. También lo practico conmigo para así poder ejercer de modelo y que mis hijas también desarrollen esta capacidad de auto-observación tanto para su beneficio propio como para el bien común, a través de trabajar su empatía.


No está de más recordar que, evidentemente, la calidad de MI acompañamiento como adulta referente, pasa por haber trabajado mi propio conocimiento y dedicarme momentos del famoso "autocuidado" que para mi no es más que RESPETARME. Creo que si me respeto me dedico tiempo y al conocerme cada vez más, soy capaz de identificar patrones y creencias heredadas, así como ser consciente del lugar desde el que me estoy expresando para no actuar de manera reactiva. Cuanto más me cuido, más conectada estoy conmigo misma y más fácil me es observar, comprender, acompañar y gestionar las reacciones o conflictos que puedan aparecer en el día a día, lo cual me es muy útil en la crianza porque si por ejemplo mi hija se enfada porque he llevado mandarinas para merendar en lugar de un bocadillo de queso, y yo consigo estar tranquila ante la situación (porque vengo de casa con el trabajo de autoconocimiento y autocuidado hecho) no me lo tomaré como algo personal ni reaccionaré desde la niña herida sino que seré una persona adulta que es capaz de conectar con el malestar de mi hija y acompañar su frustración.


¿Por qué te explico todo esto? Pues porque al convertirme en madre fue cuando me dí cuenta de esa necesidad que tenía de cuidarme, es cómo si antes hubiera ido por la vida en piloto automático (que oye, no pasa nada porque cada cosa tiene su etapa) aunque cuando me dí cuenta que pasaba a ser la referente de alguien, mi manera de ver el mundo cambió radicalmente y fue cuando necesité volver a conectar conmigo y ahí creció mi interés por vivir una vida cada vez más consciente. Seguramente ya sabes que la crianza es un camino lleno de alegrías, aunque también de retos y en este paseo de búsqueda de herramientas que mejoren nuestro bienestar, en todos los sentidos, fue como descubrí la aromaterapia, una práctica milenaria que se basa en aprovechar los extractos puros de la naturaleza para armonizar nuestro bienestar físico y emocional promoviendo un equilibrio saludable a través de los aceites esenciales. Los olores nos influyen por la capacidad directa que existe entre el sentido del olfato y el sistema límbico (también llamado cerebro emocional, que es esa parte situada justo debajo de la corteza frontal del cerebro y que, simplificando mucho: responde a ciertos estímulos y produce respuestas emocionales a lo que estamos percibiendo de manera externa).


Dicho esto, si tu eres una persona afín a esta manera de entender la vida y la crianza, seguramente te interesará lo que voy a explicarte que es, ¿porqué utilizamos aceites esenciales en casa?: PORQUE CUIDAMOS NUESTRA SALUD DE MANERA INTEGRAL Y ADEMÁS PORQUE, A MI PERSONALMENTE, ME INTERESA CUALQUIER HERRAMIENTA QUE ME HAGA CONECTAR CONMIGO MISMA Y MI BIENESTAR.


Iniciación a un estilo de vida

Para mi la salud no es simplemente ausencia de enfermedad, sino que es preocuparme de los diferentes factores que afectan a nuestro día a día: alimentación, productos tóxicos, mentalidad, relaciones personales,.... y la aromaterapia es una herramienta que me ha permitido volver a conectar con ese conocimiento más antiguo, cuando las personas conocían las propiedades y el poder de las plantas y lo usaban a su favor. Mi madre siempre me preparaba una infusión de tomillo para que hiciera enjuagues cuando tenía una infección en la boca porque decía que "mataba las bacterias"  o cuando me levantaba con los ojos hinchados, me los lavaba con manzanilla porque es antiinflamatoria. Adquirir este tipo de conocimientos me empodera porque hace que me sienta responsable de mi salud en lugar de delegarla a terceras personas (no estoy en contra de acudir a una consulta médica si es necesario eh, lo que digo es que cuidando nuestro estilo de vida, se pueden prevenir muchas dolencias. Actualmente, utilizo los aceites esenciales a nivel físico como puede ser para un golpe, un dolor de barriga, contracturas, quemaduras,... y también emocional (la lavanda por ejemplo es uno de los recursos más conocidos por su capacidad para calmar y relajar el sistema nervioso, así que usada en difusor o aplicándola en un masaje, nos ayuda a conciliar el sueño) y si hablamos de emociones, nos ayudan a equilibrarlas y a superar obstáculos como el miedo a las pesadillas por ejemplo.


Como me está quedando un poco largo, creo que lo mejor es que, si te gusta lo que te explico y te interesa el tema, puedes leer más aquí: aceites esenciales y/o escribirme cuando quieras para preguntarme lo que te apetezca conocer y de todas formas, intentaré ir compartiendo de vez en cuando experiencias o descubrimientos que crea que te pueden ayudar a criar de manera más conectada, que es básicamente lo que siempre promuevo y he promovido LA CRIANZA CON CONEXIÓN.


Y ahora sí, te dejo que voy a preparar un cumpleaños para mi hija que mañana dará su 10a vuelta al sol y eso es mucho que celebrar!!!


Un abrazo muy muy grande,

Vanessa


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