¡Declaración de intenciones!
Después de mi último post (puedes leerlo aquí: "Hoy vengo a confesarte que...") en el que te expliqué que ponía punto y final al taller (la fabricación) de El taller de aiam y los motivos que me habían llevado a tomar esa decisión, hoy vengo a hablarte de dónde estoy ahora.
¿Y ahora qué pasa con lo que habías construido? Eso me pregunté a mi misma cuando anuncié el cierre y la realidad es que no tenía ni idea pero como ya expliqué, sí tenía claro que no quería perder lo que habíamos creado. Tengo unos recuerdos preciosos de la pandemia en los que sentía a la pequeña comunidad de instagram muy cerca. Y por eso me hice la siguiente pregunta:
¿Vanessa, por qué empezaste a dar más importancia al "para qué" que a los propios materiales? ¿Por qué ahora te nace compartir cómo te ayuda a ti el mirarte y atender tus necesidades y cómo gracias a ese autocuidado ganas conexión con tus hijas? Tras muchos meses escuchándome y haciendo un gran trabajo de introspección en el que he transitado por algunas sombras oscuras, soy consciente que el acompañamiento que recibimos de peques determina en gran parte el tipo de adultas que seremos y por eso quiero ser muy consciente a la hora de criar a mis hijas y eso pasa por estar bien yo.
Al principio de mi maternidad creía que debía anteponerlas a mi propio bienestar pero ¿si yo no estoy bien cómo voy a cuidarlas cómo ellas necesitan? Ahora me parece muy obvio, pero en su momento no lo fue y puede que para muchas mujeres que se acaban de convertir en madre o que no se han parado a escucharse a sí mismas tampoco lo sea y creo que por eso tengo la necesidad de compartir mi experiencia ahora que mi hija mayor está a tan solo unos días de cumplir 9 años... ¡9 años! en fin, que por eso me gusta hablar de crianza y también de lo que hay tras ella y por eso... respondiendo a la pregunta que abría el post ¿y ahora qué pasa con lo que habías construido? pasa que, cómo dice la canción NADA ES ETERNO, TODO SE TRANSFORMA y el proyecto que empezó de una manera también evoluciona de la misma manera que lo hago yo y es que me he dado cuenta que aiam sigue siendo aiam pero sin "el taller" porque...
aiam = ai am = I am = SOY YO
y ahora ya no tengo miedo de decir "¿quién soy yo para compartir esto si solo soy una madre?".
