¿Te ha pasado que en algún momento has probado aceites esenciales y no has obtenido resultados? ¿Te has frustrado viendo que a tu alrededor todo el mundo habla maravillas sobre sus beneficios y piensas que no sirven para nada o peor aún que tú no sabes usarlos?
Te voy a explicar algo que me ocurrió hace años con mi madre. Ella vive a 1000km de distancia y un verano que estábamos allí de vacaciones me comentó que le estaba costando dormir, así que rápidamente me fui en busca de una herboristería y le compré un botecito de lavanda (es muy útil para calmar los nervios, los ataques de pánico y también el insomnio) con la intención de que la ayudara a descansar mejor por las noches. Al llegar a casa, abrí el bote y solo olerlo me llevé una gran decepción porque su aroma era muy muy sintético. Si te estás preguntando a qué olía, solo te puedo decir que es como cuando usas un producto químico para limpiar, se te mete en la nariz y te sube al cerebro y su olor empieza a molestarte. Bueno, el tema es que me sentí mal porque rápidamente fui consciente de que ese aceite no era de primera calidad, no era 100% puro y eso lo convertía simplemente en un aroma que difundir (aunque yo no lo haría) pero no cumpliría su función terapéutica así que, no serviría de nada, no la ayudaría.
¿Significa eso que los aceites no sirven? ¿Significa que la lavanda no ayuda a relajar? NO! Significa que ESA lavanda no la ayudará en ese propósito pero no es responsabilidad de la lavanda en sí sino de quién la ha destilado y mezclado y embotellado,.... por suerte, no todas las marcas son iguales; es como si compras un Nin fabricado por Grapat o lo compras en un establecimiento que vende productos que han sido fabricados en cadena. Por fuera pueden parecerse y sin embargo ni los materiales, ni la intención es la misma y eso, evidentemente, afecta a la calidad del producto.
Con todo esto lo que te quiero decir es que no juzgues a todos los aceites esenciales por igual. Puede que alguna vez hayas usado alguno y no te haya funcionado y eso no quiere decir que sus propiedades no existan, simplemente has elegido un producto que, seguramente estaba demasiado adulterado y por eso no has podido comprobar sus múltiples beneficios.
Bueno, lo dejo por hoy y te invito a que si te apetece, me cuentes tu experiencia con los aceites, y si no la tienes aunque te resuena incorporarlos a tu estilo de vida, no dudes en escribirme. Podemos hacer un café y hablamos de todo lo que quieras saber, podemos organizar una charla con el resto de tu tribu, puedo avisarte para que te apuntes a alguna de las charlas que preparamos a ver si te viene bien acercarte,... dime que necesitas y nos ponemos a ello!
Te envío un abrazo grande y hasta la próxima publicación.
Vanessa